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  • Foto del escritorEduardo Gómez

¿Qué es una contractura muscular? Causas y recomendaciones a tener en cuenta.

Todos en un momento dado hemos sufrido una contractura muscular y conocemos la molesta sensación que provoca. Puede aparecer al hacer un esfuerzo y entre sus síntomas principales encontramos; abultamiento o inflamación de la zona, dolor y alteración del funcionamiento normal del músculo.

Una contractura en definitiva es una contracción involuntaria, duradera o permanente, de uno o más grupos musculares.



Existen una serie de motivos o circunstancias que propician la aparición de una contractura. Citamos las 5 razones principales por las que podrías sufrirla:


  • Sedentarismo. Las personas que no realizan actividad física regularmente son más propensas a sufrir una contractura cuando la llevan a cabo, dado que el músculo no está lo suficientemente preparado para un esfuerzo no habitual.

  • Estrés. Se pueden provocar contracturas involuntarias al estar en constante tensión.

  • Edad avanzada. A más edad mas riego de sufrir contracturas. Esto se debe a que el proceso de envejecimiento afecta también a los músculos, haciendo que pierdan elasticidad.

  • Deporte. Los deportes de impacto (correr, baloncesto...), de tren inferior (ciclismo, patinaje...) de acción balística (lanzamiento de martillo, jabalina...) son los más habituales de sufrir contracturas.

  • Deshidratación. Se considera que la falta de agua así como de componentes como el magnesio, el potasio, la glucosa o el sodio pueden aumentar las posibilidades de sufrir una contractura o un calambre. La falta de éstos provoca irritación en el músculo, lo que facilita la contractura.


Una de las formas de prevenir una contractura es realizar un buen calentamiento antes de un esfuerzo. Trabajar el estiramiento de los músculos. Un buen trabajo de flexibilidad facilita la recuperación del músculo después del entrenamiento.


Otras recomendaciones como tomar anti-inflamatorios para relajar la musculatura y reducir la contracción, aplicar calor en la zona afectada o realizar estiramientos puntuales pueden resultar muy reparadores.


En el caso de tener una contractura, lo mejor es acudir a tu masajista de confianza que te ayudará a descubrir que tipo de contractura es y el mejor método para su tratamiento, además, de ofrecerte los consejos adecuados para que puedas aliviar el dolor durante los próximos días de recuperación.



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